MÓDULO 7: EL ENFOQUE DEL DESARROLLO ECONÓMICO TERRITORIAL

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Índice Módulo 7
 
 
Unidad 7.A: El enfoque del desarrollo económico territorial 
 
 
  1. Limitaciones de los enfoques tradicionales del desarrollo económico.
  2. Dimensiones del desarrollo territorial.
  3. El enfoque y la política del desarrollo económico territorial.
 
 
Unidad 7.B: Elementos para la elaboración de estrategias para el desarrollo económico territorial 
 
  1. Bases de sustentación de las estrategias de desarrollo territorial.
  2. Ámbitos principales de actuación de las iniciativas de desarrollo económico territorial.
 
Objetivos del Módulo 7
 
  • Mostrar las limitaciones del enfoque tradicional del desarrollo económico y exponer las principales bases de sustentación y ámbitos de actuación de las iniciativas de desarrollo económico territorial.
  • Presentar las diferentes dimensiones del desarrollo territorial: desarrollo humano, desarrollo económico, desarrollo socio-institucional y desarrollo sustentable.
  • Presentar las bases de sustentación de las estrategias de desarrollo económico territorial.
  • Señalar los ámbitos principales de actuación de las iniciativas de desarrollo económico territorial.
En el módulo 7 se presentan las diferentes dimensiones del desarrollo territorial, esto es, desarrollo humano, desarrollo económico, desarrollo socio-institucional y desarrollo sustentable, mostrando las limitaciones del enfoque tradicional del desarrollo y exponiendo las principales bases de sustentación y ámbitos de actuación de las iniciativas de desarrollo económico territorial.
 
El enfoque del desarrollo económico local toma como unidad de actuación el territorio y no la empresa o el sector aislados. Esta aproximación territorial es necesaria para contemplar tres de los temas decisivos del desarrollo:
  • La introducción de innovaciones en los sistemas productivos locales.
  • El diseño de los programas de formación de recursos humanos según las necesidadesde cada contexto local.
  • La referencia concreta a las características y oportunidades vinculadas a la valorización del medioambiente y el patrimonio cultural local.
Así pues, para impulsar el desarrollo económico sustentable ambientalmente, y con generación de empleo e ingreso, es imperativo un diseño mixto de políticas en el cual, junto a las medidas encaminadas al logro de los principales equilibrios macroeconómicos y el fomento de las exportaciones, deben impulsarse también políticas complementarias de carácter territorial destinadas a identificar y fomentar las potencialidades productivas y de empleo existentes, tarea en la cual los gobiernos territoriales pueden desempeñar un papel decisivo como animadores y facilitadores de la creación de las instituciones apropiadas. Esto obliga a insistir en las nuevas funciones que deben desempeñar las administraciones públicas territoriales a fin de concertar con los agentes socioeconómicos locales la construcción de los entornos institucionales favorecedores del fomento productivo y empresarial, y asegurar el acceso a los servicios de desarrollo empresarial para las microempresas y pequeñas y medianas empresas locales, las cuales constituyen una parte muy relevante del tejido empresarial en cualquier país. Al mismo tiempo, se requiere una actuación paralela desde el lado del mercado de trabajo local, a fin de asegurar la “empleabilidad” de los recursos humanos.
 
Las estrategias de desarrollo económico local conciben, pues, el territorio como un agente de transformación social y no únicamente como simple espacio o soporte funcional del despliegue de actividades. El territorio socialmente organizado y sus rasgos sociales, culturales e históricos propios, son aspectos muy importantes desde la perspectiva del desarrollo económico local.
 
El desarrollo económico local puede definirse, por tanto, como un proceso de desarrollo participativo que fomenta los acuerdos de colaboración entre los principales actores territoriales (públicos, privados y comunitarios), posibilitando el diseño y la puesta en práctica de una estrategia de desarrollo común a partir del aprovechamiento de los recursos endógenos y la construcción de ventajas competitivas locales, con el objetivo final de estimular la actividad económica de forma sustentable, así como la creación de empleo e ingreso para avanzar en la inclusión social.
 
La estrategia de desarrollo local debe orientarse, en suma, a asegurar mejores condiciones de vida de la población local, tratando de centrarse fundamentalmente (pero no exclusivamente) en la mejor utilización de los recursos locales, a fin de promover nuevas empresas y puestos de trabajo locales. Para ello pueden utilizarse las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información, así como la reorganización de los procesos productivos locales según la orientación hacia los mercados. La construcción de una oferta territorial apropiada de servicios de apoyo a la producción es parte esencial de la estrategia de desarrollo territorial.
 
Las autoridades locales son agentes importantes en los procesos de desarrollo territorial. Muchas veces son los líderes principales de las iniciativas de desarrollo local al impulsar en sus territorios la movilización y concertación de actores para el desarrollo económico y la creación de empleo a nivel local. En otras ocasiones, son otros actores (organismos de cooperación internacional, organizaciones no gubernamentales, entidades financieras de desarrollo, jóvenes empresarios, etc.) los que inician los procesos de desarrollo local, aunque muy pronto se requiere la incorporación activa de los gobiernos locales, lo cual permite dotar a las iniciativas de desarrollo local de una institucionalidad mucho mayor.
 
Los gobiernos locales son, en democracia, los más legitimados para la convocatoria de los diferentes actores territoriales y la búsqueda de espacios de concertación público privada para el desarrollo económico local. De ahí la importancia de asumir su papel de liderazgo local para la animación de dichos procesos de movilización y participación de actores locales y de construir los equipos de liderazgo que aseguren la continuidad de las actuaciones.
 
Para ello, las iniciativas de desarrollo económico local deben institucionalizarse mediante los necesarios acuerdos de tipo político y social en los ámbitos territoriales correspondientes. La búsqueda de pactos locales de carácter suprapartidario y con la mayor participación posible de actores territoriales tiene como finalidad dotar a dichas iniciativas de los mayores niveles de certidumbre ante los posibles cambios políticos. La presencia del sector privado empresarial en la institucionalidad para el desarrollo local tiene también esa funcionalidad, a fin de evitar la incertidumbre provocada por los cambios de responsables políticos locales. Por su parte, la presencia de los responsables públicos en dicha institucionalidad para el desarrollo local tratade dotar a todo el proceso de la suficiente perspectiva de medio y largo plazo, lo que no siempre se logra con la búsqueda de beneficios empresariales de corto plazo.
 
La descentralización no puede limitarse, pues, únicamente a mejorar la capacidad de gestión eficiente de los recursos transferidos a los gobiernos locales y a los programas de modernización de la gestión municipal. Estas tareas son fundamentales, pero la modernización de las Administraciones Locales debe incorporar también la capacitación en su nuevo papel como animadores y promotores del desarrollo económico local, a fin de construir conjuntamente con los actores privados y el resto de la sociedad civil local, los necesarios entornos territoriales innovadores para el fomento productivo y desarrollo del tejido local de empresas. Sólo así pueden las municipalidades colaborar en la generación de riqueza y empleo productivo, superando su tradicional actuación asistencial.
 
Asimismo, el proceso de planificación para el desarrollo local debe ser participativo, esto es, llevado a cabo por los actores locales, que son quienes deben tomar las decisiones fundamentales. De este modo, en la gestión de la estrategia de desarrollo local es necesario asegurar la participación de los agentes interesados y afectados por los proyectos. Para ello es preciso mantener viva la movilización y participación de los actores locales, impulsando y consolidando alianzas, acuerdos y redes de cooperación entre los actores territoriales.
 

 

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