Conversación y Aprendizaje en Red
Cápsula 7 de 10
En artículos anteriores hemos visto como utilizar las nuevas tecnologías para mejorar la comunicación, hemos analizado diversas herramientas, cada una especializada en una función o en un formato muy concreto. He presentado algunos ejemplos prácticos y hemos visto como en muchos casos, la mayor ventaja que aportan estas nuevas tecnologías está en su capacidad de favorecer y catalizar dinámicas de colaboración.
En más de una ocasión he subrayado la enorme utilidad que supone para cualquier proyecto, el compartir información y documentar sobre la marcha el estado de desarrollo. Estas dinámicas y protocolos ayudan a tener viva una comunidad de personas involucradas en un mismo proyecto y permiten a otras personas involucrarse incluso después de que el proceso haya empezado.
Las nuevas tecnologías nos están ayudando a experimentar y comprobar que “proteger” información en muchos casos no es tan necesario. Por ende un creciente numero de personas empezamos a comprobar y promover un cambio de paradigma que entendemos como algo útil para nosotros mismos y para la comunidad: es decir vemos bastante claro como compartir información con una comunidad de trabajo suele ayudar y mejorar los resultados de los proyectos sobre los que trabaja esa misma comunidad.
Sobre este tema quiero introducir dos conceptos que me parecen especialmente interesantes: la conversación y el aprendizaje en red.
Conversaciones en Red
La web 2.0 nos ha introducido en un mundo de comunicación horizontal donde los contenidos que públicamos en webs, blogs y redes sociales pueden ser comentados y así generar nuevas conversaciones. Estas conversaciones pueden ayudar a consolidar una comunidad de personas entorno a un interés o un proyecto muy concreto.
Hablamos de conversaciones que nacen y se desarrollan entre diferentes paginas e incluso pasando por formatos diferentes. Es bastante común que una reflexión que nace a raíz de un articulo publicado por ejemplo en un blog, acabe alimentando un debate que se extienda en redes sociales como facebook o twitter y a continuación siga en otras paginas. Es decir que ya no existen contenedores donde encontrar todos las aportaciones generadas por una misma conversación. Los usuarios se mueven continuamente, empiezan una conversación en un sitio y la acaban en otro.
En este proceso de migración de un sitio a otro, hay un grupo de personas constante que sigue el debate en gran parte de su recorrido; también nos encontramos con otros que solo lo hacen en el recorrido correspondiente a su plataforma o sitio preferido. En estos movimientos el debate se enriquece con las aportaciones de comunidades no necesariamente relacionadas con la que le ha dado inicio.
La conversación se hace más rica y con sus movimientos y “traspasos” entre sitios y formatos, genera nuevas redes y fortalece las que ya existen. El conocimiento se vuelve dinámico y se centra en las personas, los verdaderos motores de cualquier conocimiento.
Practicamente todas las conversaciones no se quedan en su dimensión digital, finalmente siempre acaban por generar conversaciones presenciales, es decir que saltan de lo digital a lo físico. También podríamos utilizar la palabra transmedia, para describir ese proceso que las lleva a moverse de un medio a otro, pasando de la web a los periodicos y revistas hasta llegar a congresos y debates presenciales.
Nos encontramos ante un proceso liquido donde el conocimiento se crea de forma dinámica sin carácter determinista o exhaustivo, puesto que se distribuye y fragmenta en diferentes medios y formatos. Finalmente lo más importante de este tipo de procesos, son la comunidades y las redes que consiguen crear y alimentar.
El conocimiento no lo encontramos en un contenedor, sino que accedemos a ello a través de intercambios y conversaciones en red. Las conversaciones gracias a la red crean conocimiento y promueven procesos de aprendizaje abiertos y dinámicos.
Aprendizaje en Red
En este sentido podemos introducir un nuevo concepto que es el de Network Learning o del “Aprendizaje en Red”.
Por aprendizaje en red entiendo el proceso de desarrollo y mantenimiento de conexiones entre personas basado en el intercambio de información con el fin de apoyarse mutuamente en el proceso de aprendizaje.
La parte más importante son las conexiones; la predisposición de las partes que configuran una red para privilegiar una postura relacional en la que el aprendizaje se lleva a cabo tanto en relación con los demás que en relación a los recursos disponibles.
Como nos comenta Dolors Reig, si eso era posible presencialmente formado parte de una Comunidad como por ejemplo Comunidades de Aprendices, en comunidades digitales ubicuas y accesibles, puede producirse antes y de forma más universal.
En otras palabras, ambas cosas, aprendizaje explícito y tácito, ya observadas por el relevante Bruner mucho antes de la aparición de las TIC, se vuelven mucho más fáciles ahora, con ellas.
El sistema en red resulta potenciado gracias al uso de las nuevas tecnologías que ayudan a compartir información y favorecen significativas conversaciones.
Las personas son lo más importante y las conversaciones se convierten en un medio no en un fin. Las nuevas tecnologías nos ayudan a compartir y nosotros lo aprovechamos para hacerlo en todo momento y con todo tipo de formatos.
A menudo se entiende el “Trabajo en Red” como trabajo a distancia, trabajo desarrollado por Internet o simplemente trabajo en equipo. Yo prefiero entenderlo como un proceso basado en dinámicas de Aprendizaje en Red, donde el intercambio de información alimenta conversaciones abiertas que permiten a personas y agentes intervenir poniendo en marcha procesos de inteligencia colectiva.
A primera vista puede parecer que estamos hablando de procesos muy complejos. En realidad cuando empezamos a compartir información, de forma casi automatica empezamos a conversar con otras personas y con ellas empezamos a reflexionar y por consiguiente empezamos a crear nuevo conocimiento, esto es “Aprendizaje en Red”.
La actividad, las acciones, las experiencias y opiniones de muchas personas producen conversaciones que alimentan procesos de aprendizaje. No hablamos de un conocimiento estático y estable que se transmite en red, sino más bien de un conocimiento que se crea y se transmite en red.